Navegar por la derivación espiritual en la facilitación psicodélica: Perspectivas desde ICEERS
Durante la última década, el Centro de Apoyo ICEERS ha proporcionado orientación y apoyo a más de 2.000 personas que se enfrentan a experiencias difíciles con plantas psicoactivas. A través de un extenso diálogo, ha surgido repetidamente un fenómeno crítico: la derivación espiritual,un obstáculo sutil pero impactante con el que a menudo se encuentran tanto los participantes como los facilitadores, normalmente sin ser conscientes de ello.
Conceptualizada originalmente por el psicólogo John Welwood, la derivación espiritual implica la tendencia a utilizar creencias o prácticas espirituales como medio de evitar heridas emocionales no resueltas, dolor psicológico o procesos internos complejos. Este patrón, que suele pasar desapercibido en los círculos de medicina vegetal, puede tener implicaciones a largo plazo para la salud psicológica y los procesos de integración de los participantes.
Errores comunes en la facilitación psicodélica
Los facilitadores, a pesar de sus mejores intenciones, pueden reforzar inadvertidamente las dinámicas de elusión espiritual. Las observaciones de ICEERS han puesto de relieve varias áreas en las que las prácticas inconscientes de los facilitadores pueden impedir una auténtica curación emocional y psicológica:
– Imponer marcos espirituales y fomentar la trascendencia prematura
Los facilitadores pueden imponer involuntariamente creencias espirituales personales a los participantes. Ideas como la «muerte del ego» inmediata, la «unidad» o el «desapego» -si se presentan prematuramente- pueden alejar a los participantes de la necesaria integración emocional y de la confrontación genuina con el trauma subyacente.
– Dar prioridad a los «estados positivos» (la narrativa del «Amor y la Luz»)
Aunque bienintencionada, la incitación a «permanecer en el amor» o «mantenerse positivo» puede disuadir inadvertidamente a las personas de procesar auténticamente emociones incómodas como la pena, la ira o la tristeza, que afloran de forma natural durante las experiencias de curación profunda.
– Acelerar los procesos de curación
Sugerir que una sola noche con ayahuasca u otras plantas medicinales puede sustituir a años de terapia refuerza inadvertidamente la ilusión de las soluciones rápidas. La verdadera curación emocional suele implicar un compromiso a largo plazo con la integración emocional, la autoexploración y el desarrollo personal sostenido.
– Reforzar la superioridad espiritual
Los facilitadores pueden, consciente o inconscientemente, proyectar un sutil sentido de superioridad espiritual, transmitiendo involuntariamente a los participantes que las luchas o los contratiempos reflejan una inadecuación espiritual o un progreso insuficiente, en lugar de pasos normales dentro de un proceso transformador.
– Ofrecer explicaciones espirituales simplistas
Frases comunes como «todo ocurre por una razón» o «tú creas tu propia realidad», aunque pretendan reconfortar, pueden invalidar involuntariamente la auténtica exploración emocional, dejando potencialmente a los participantes confusos o cargados de culpa o vergüenza innecesarias.
Cuando los facilitadores hacen hincapié en la trascendencia a expensas del procesamiento emocional fundamentado, el riesgo de disociación, negación y evitación puede afianzarse, dejando heridas emocionales críticas sin resolver.
Recomendaciones a los facilitadores para reducir la derivación
ICEERS propone varias directrices cruciales para mitigar la derivación espiritual y promover una integración psicológica y emocional más profunda en contextos psicodélicos:
– Cultiva la Autoconciencia
Los facilitadores deben examinar activamente sus propias tendencias a eludir lo espiritual, dándose cuenta de cómo las creencias o prejuicios personales pueden afectar inconscientemente a sus prácticas de facilitación.
– Mantén el espacio sin juzgar ni imponer
Proporcionar un entorno auténticamente solidario y abierto significa permitir que los participantes naveguen libremente por las emociones difíciles, sin precipitarse prematuramente en interpretaciones o explicaciones espirituales.
– Respeta el ritmo de cada participante
La integración emocional y la curación psicológica son graduales, y a menudo se prolongan mucho más allá de la ceremonia. Los facilitadores deben respetar los procesos individuales y permitir que la integración se desarrolle de forma natural.
– Dar prioridad al consentimiento informado y a la preparación
Comunica claramente los retos y riesgos potenciales, abordando explícitamente la tendencia a la evitación emocional o a la elusión espiritual, para que los participantes entren en las ceremonias plenamente conscientes de esta dinámica.
Al ser conscientes de estas dinámicas sutiles pero impactantes, los facilitadores pueden crear espacios ceremoniales más seguros y éticamente fundamentados. En última instancia, reducir la elusión espiritual ayuda a garantizar que los participantes se enfrenten realmente a sus heridas emocionales, lo que conduce a una transformación auténtica y a una curación duradera.