Este artículo es una adaptación del manual de Lisa Bieberman de 1967 «Session Games People Play», escrito originalmente para sesiones de LSD. Esta versión traslada sus conocimientos psicológicos atemporales al contexto moderno de la curación enteogénica, especialmente en los retiros de Ayahuasca.
Aquí tienes un enlace al documento original, «Sessions Games People Play» https://www.luminist.org/archives/session.htm
Introducción: Por qué es importante la preparación psicológica
En la creciente ola de interés moderno por las medicinas ancestrales como la Ayahuasca, a menudo nos centramos en lo milagroso: traumas curados, corazones abiertos, percepciones transmitidas. Pero hay una capa menos conocida y más sutil en cada experiencia enteogénica, que puede determinar su potencial de transformación.
Éste es el reino de los juegos psicológicos: patrones del ego, defensas inconscientes y formas sutiles de resistencia que afloran cuando entramos en el espacio ceremonial. Estos juegos no son maliciosos. La mayoría de las veces, son respuestas instintivas al miedo, a la incertidumbre y a la confrontación con partes de nosotros mismos que preferiríamos evitar.
Comprender esta dinámica es esencial no sólo para los buscadores, sino también para los facilitadores, terapeutas y guías. La medicina puede abrir las puertas, pero es nuestra postura psicológica la que determina si las atravesamos o nos replegamos a las estrategias familiares de evitación.
La arquitectura interior de una ceremonia
Cuando entramos en una ceremonia, especialmente con enteógenos fuertes como la Ayahuasca, el Bufo alvarius o el San Pedro, no sólo estamos consumiendo una planta, sino que nos adentramos en una disolución temporal del yo ordinario.
En este estado alterado, el ego lucha por recuperar el control. Lo hace mediante una serie de juegos ceremoniales, maniobras psicológicas que parecen justificadas en el momento, pero que a menudo sabotean el proceso.
Exploremos algunas de las más comunes.
1. «Sácame de esto»
En el pico de intensidad, la mente entra en pánico. «Esto es demasiado. No debería haber hecho esto». Algunos intentan abandonar la sala, buscan a los facilitadores o se resisten al despliegue con tensión y miedo.
Pero la paradoja es clara: lo que resistes, persiste. La rendición -no el control- es el camino a través.
2. «Este no cuenta»
A veces, una ceremonia parece confusa o sin incidentes. Es tentador descartarla como una casualidad o que «no funciona».
Pero estas sesiones suelen ser las más valiosas. La medicina puede estar actuando de forma sutil y no visual, limpiando traumas, sacando a la superficie recuerdos o simplemente preparando tu sistema para un trabajo más profundo.
3. El juego del «diván terapéutico
Algunas personas enfocan la sesión de toma como una sesión de psicoterapia. Narran su proceso, analizan a los demás o dominan la ronda de integración con largas interpretaciones intelectuales.
Pero la ayahuasca no es una terapia verbal. Funciona más allá del lenguaje: a través de visiones, sensaciones corporales, arquetipos y emociones. La curación más profunda suele producirse en silencio.
4. «El Borracho» o «El Payaso»
La defensa mediante el humor es habitual. Algunos gastan bromas, se ríen maníacamente, se ríen en exceso o distraen a los demás.
Estos comportamientos suelen surgir de la incomodidad ante la vulnerabilidad. El espacio sagrado se convierte en un escenario. Pero bajo la representación suele haber un niño aterrorizado de ser visto.
5. «Trampas «Lector de Mentes» y «Mesías
Durante las ceremonias, la gente a veces cree que puede leer la mente de los demás, canalizar la verdad universal o que está llamada a salvar el mundo.
Estas experiencias pueden parecer intensamente reales, pero también son terreno fértil para la inflación espiritual:el ego coopta lo sagrado para sentirse especial o superior. La integración requiere humildad, no grandiosidad.
6. «Tengamos una Orgía»
La ayahuasca abre el corazón, pero no es un potenciador sexual. Los sentimientos de conexión o amor pueden confundirse fácilmente con energía erótica. Actuar inadecuadamente sobre estos impulsos daña el recipiente.
La ceremonia consiste en relacionarse con los demás como almas, no como objetos de deseo.
7. «Nosotros contra ellos»
Tras experiencias impactantes, es fácil caer en el juicio: «La gente del mundo exterior está dormida» o «Sólo los que beben medicina están conscientes y despiertos».
Este elitismo espiritual nos aleja de la sociedad y de nosotros mismos. La verdadera integración significa volver a unirse al mundo, no separarse de él.
Integración: Donde empieza el verdadero trabajo
Un error frecuente es suponer que el trabajo termina cuando se detiene la música. En realidad, la ceremonia continúa en los días, semanas y meses siguientes.
- ¿Actúas de forma diferente?
- ¿Están cambiando tus relaciones?
- ¿Eres más amable, más valiente, más sincero?
La medicina te muestra la puerta. Pero debes atravesarla, a diario, repetidamente y a menudo de forma imperfecta.
Palabras finales: Madurez Psicodélica
La madurez psicodélica no es cuántas ceremonias has hecho o lo salvajes que fueron tus visiones. Es tu capacidad para:
- Siéntate en silencio sin correr.
- Suelta el control cuando llegue la tormenta.
- Integra tus conocimientos en el comportamiento de la vida real.
- Respeta los límites de los demás.
- Vive tu verdad sin predicarla.
En resumen, se trata de aprender a ser humano de nuevo: plenamente, conscientemente y con presencia.
La próxima vez que te sientes en una ceremonia, pregúntate no qué te mostrará la medicina, sino qué parte de ti está jugando para evitar recibirla.
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