En el viaje de la curación interior -ya sea mediante psicoterapia, meditación o medicina con plantas sagradas-, una de las comprensiones más fortalecedoras es que no estamos rotos. Más bien, estamos formados por muchas partes, cada una con su propia historia, miedo o necesidad insatisfecha. En los Sistemas Familiares Internos (SFI), un modelo terapéutico desarrollado por el Dr. Richard Schwartz, esta multiplicidad no sólo es normal, sino necesaria para una curación profunda.
En el centro de este sistema interior se encuentra el Yo, unaesencia que todos llevamos dentro y que es compasiva, curiosa, tranquila y sabia. Cuando accedemos al Ser, creamos las condiciones para la curación. Schwartz identificó ocho cualidades -conocidas como las 8 C del Yo- quesurgen de forma natural cuando dirigimos desde este lugar centrado.
En el contexto de la integración psicodélica, las 8 C sirven como anclas de claridad y plenitud. Nos ayudan a encontrarnos con las percepciones, emociones y partes de nosotros mismos que afloran durante los estados no ordinarios de consciencia con una presencia fundamentada. Son, en esencia, el facilitador interior.
¿Qué son las 8 C?
Estas ocho cualidades surgen cuando no nos mezclamos con ninguna parte interior específica (como el crítico interior, el niño herido o el protector evasivo) y, en lugar de ello, permitimos que nuestro Yo nos guíe:
- Curiosidad – Un suave deseo de comprender sin juzgar.
- Calma – Un estado interno relajado y pacífico.
- Claridad – Vernos a nosotros mismos y a los demás sin distorsiones.
- Compasión – Una atención cálida y empática hacia nuestro propio sufrimiento y el de los demás.
- Confianza – Confiar en nuestro conocimiento interior y en nuestra capacidad.
- Coraje – La fuerza para enfrentarse a la incomodidad y a lo desconocido.
- Creatividad – Apertura a nuevas perspectivas y expresión espontánea.
- Conectividad – Sentimiento de inter-ser y de relación con la vida.
¿Por qué las 8 C son esenciales en la integración?
Durante o después de un viaje psicodélico, pueden surgir muchas «partes» internas: algunas que buscan la curación, otras que se resisten al cambio, algunas exiliadas en la vergüenza o el dolor. El papel del facilitador no consiste en interpretar o arreglar, sino en crear las condiciones para que esas partes se vean, se escuchen y se desahoguen.
Del mismo modo, cuando abordamos la integración desde nuestro Ser -encarnando estas 8 C- podemos:
- Acércate a las visiones o recuerdos desafiantes con curiosidad y no con miedo.
- Enfréntate a las emociones intensas con calma y compasión, en lugar de con agobio.
- Obtener claridad sobre nuestros patrones y defensas.
- Tener el valor de enfrentarnos a partes que hemos rechazado o repudiado durante mucho tiempo.
- Reconecta con nuestra naturaleza creativa para reimaginar nuestras opciones vitales.
- Sentir una confianza renovada en nuestra capacidad para navegar por la vida.
- Fortalecer la conexión con nuestra alma, con los demás y con la naturaleza.
Sin Autoliderazgo, la integración corre el riesgo de convertirse en otra forma de derivación espiritual o de autorrechazo.
Cómo cultivar las 8 Cs: Práctica Diaria
Estas cualidades no se fuerzan: surgen de forma natural cuando el Ser está al mando. Pero, como cualquier músculo, podemos crear las condiciones adecuadas para que crezcan.
1. Práctica de Curiosidad: «Entrevista a un Pieza»
- Consigna para el diario: «¿Qué parte de mí está activada en este momento?»
- Hazle preguntas con delicadeza: «¿Qué temes que ocurra si no haces tu trabajo? ¿Qué quieres que sepa?»
- Escucha sin intentar arreglar.
2. Práctica de la Calma: Respiración de enraizamiento
- Siéntate tranquilamente y concéntrate en una inhalación lenta de 5 segundos y una exhalación de 5 segundos.
- Con cada exhalación, imagina que se derrite la tensión del cuerpo.
- Di internamente: «Todas las partes son bienvenidas».
3. Práctica de Claridad: Declaración de Claridad Matutina
- Cada mañana, pregúntate: «¿Qué sabe hoy mi Yo que mis partes pueden haber olvidado?».
- Escribe una frase y vuelve a ella durante el día.
4. Práctica de la Compasión: Trabajo con espejos
- Mírate a los ojos en un espejo y di: «Te veo. Estoy aquí para ti».
- Practica ver con amabilidad, especialmente después de desencadenantes emocionales.
5. Ensayo de Coraje: Ensayo del Malestar
- Siéntate intencionadamente con una verdad pequeña e incómoda durante 3 minutos, sin distraerte ni tranquilizarte.
- Observa qué partes surgen y quédate con ellas con curiosidad.
6. Práctica de la Creatividad: Dibujo con la mano no dominante
- Dibuja o escribe durante 5 minutos con la mano no dominante.
- Deja que el inconsciente se exprese sin juicios ni objetivos.
7. Práctica de confianza: Anclaje IFS
- Recuerda un momento en el que te hayas sentido en tu Ser (confiado, compasivo, claro).
- Anclala colocando la mano en el corazón y repitiendo «Esta energía del Ser siempre está aquí».
8. Práctica de Conexión: Integración en la Naturaleza
- Pasa 15 minutos en la naturaleza, simplemente observando. Sin música ni teléfono.
- Pregunta a los árboles o al cielo «¿Qué quieres enseñarme hoy?».
En la Ceremonia y en la Vida
En las ceremonias, muchos facilitadores hablan de «mantener el espacio». Pero, en última instancia, nuestra capacidad de mantener el espacio para los demás empieza por cómo nos mantenemos a nosotros mismos. Practicar las 8 C es un retorno diario al Autoliderazgo, esencial no sólo para la integración, sino para la presencia, la curación y la vida auténtica.
Cuanto más encarnemos estas cualidades, más naturalmente nos convertiremos en instrumentos de transformación, para nosotros mismos y para los demás.